domingo, 13 de junio de 2010

MOV-S



Mis amados seguidores.... después de un importante maratón de conferencias, encuentros, espectáculos y fiestas durante cuatrro días, que nos ha mantenido ocupadísimos, el Mov-s 2010 ha llegado a su fin. Esta mañana, un equipo de periodistas espías han leído sus conclusiones y mi estupenda redactora jefa, Mercedes L. Caballero, ha ofrecido a todos los asistentes, sus conclusiones finales que reproducimos íntegras a continuación:

La actividad del espectador físico y digital


1- Definamos espectador activo
¿Existe la obra de arte si ésta no dispone de, al menos, un espectador? ¿Puede un espectador influir en una obra, hasta el punto de modificarla? ¿Se debe crear para el espectador o hay que salir en su busca sólo cuando se muestra el resultado artístico? Éstas son sólo algunas de las muchas cuestiones que han surgido en esta tercera edición del MOV_S, dedicada a la figura del espectador activo, y que se ha tratado como presencia física, (el espectador que compra una entrada, entra en un teatro, y se sienta para ver un espectáculo), y también digital (el usuario de redes virtuales o digitales, que busca información, interacción o incluso vídeos de obras que pueden verse a través de la red).
A lo largo de estos tres días de encuentro, han surgido varias definiciones, matices, puntualizaciones y debate sobre la figura del espectador, que no hacen sino enriquecer su importancia como sujeto activo de cualquier proceso artístico, en este caso dancístico. Pero, ¿cuándo podemos considerar que un espectador es un sujeto activo? Son múltiples las ideas que se han lanzado en este encuentro y que intentan contestar a esta pregunta. Suely Rolnik, psicoanalista, investigadora y comisaria, ha reseñado como prácticas activas, “aquéllas que hacen del encuentro entre artista y espectador un encuentro productivo, en contra de las que provocan un encuentro estéril”. ¿Pero qué es un encuentro productivo? ¿Se puede considerar que éste se da si el espectador no conecta con lo que ve, no entiende, o simple y llanamente lo rechaza?. Tal vez sí.
La creadora Olga de Soto ha reseñado no entender la diferencia entre sujeto activo y pasivo, apoyando otra definición, ya introducida, como es la de sujeto activo-reactivo. Al respecto la coreógrafa ha comentado: “No me interesa crear una obra que induzca a una lectura determinada. No me gusta decir qué se tiene que ver y cómo se tiene que ver. Prefiero crear para incitar a la reflexión. Generar un deseo, ver cómo ese deseo puede no verse satisfecho y crear una frustración, y que esa frustración alimente al mismo tiempo el deseo”. El antagonismo entre sujeto activo y pasivo también ha sido desmontado por el Doctor en Filosofía Jordi Claramonte, que al mismo tiempo que restaba negatividad al concepto de pasividad en el espectador, ya que, según sus palabras, “ser pasivo es una forma de prepararse para la actividad”, ha incidido en la disolución de tal contradicción. Al hilo, ha puesto el ejemplo, sumamente clarificador de las fiestas con las que los pitufos terminaban la jornada y en la que participaban absolutamente todos como sujetos activos: incluso el malvado Azrael, que no bailaba y sólo observaba, estaba en activo porque andaba maquinando. En esta línea, Claramonte ha introducido otro concepto para definir la naturaleza activa del espectador: el de la capacidad instituyente que tiene, que no es otra que la capacidad de pensar, criticar y modificar.
2- El empoderamiento y la búsqueda del espectador.
Así como el concepto de espectador, es tan antiguo como el acto de enseñar, de mostrar, el empoderamiento, como término en castellano, pues deriva del inglés empowerment, es un concepto reciente. En el grupo de trabajo donde se trató este concepto, introducido por Suely Rolnik, se dieron algunas aproximaciones a su significado, basadas en interpretaciones personales del término. Los participantes reconocieron la dificultad que se encontraron a la hora de toparse con esta palabra sobre la que rápidamente tuvieron que investigar y buscar su significado. YO TAMBIÉN LO HE HECHO NO LO ENCONTRÉ EN EL DICCIONARIO. Se apuntaron definiciones diferentes. Por ejemplo, empoderamiento es un incremento en la formación, la autoestima y reafirmación, de todos los actores de un hecho cultural: (artistas, gestores, espectadores…). En esta línea, y según esta definición, se apuntó a que el empoderamiento bien puede significar la revisión de uno mismo. Se habló también de la complejidad del término y la trampa que puede llevar implícita: la necesidad de empoderarnos que instituciones y público reclaman a los artistas. Y se habló también de empatía y conexión con el espectador, de su búsqueda y la cruzada del encuentro con el público. De todas las experiencias y opiniones vertidas al respecto, creo que pueden diferenciarse tres tipos de acercamiento al espectador:
A- Educativo
B- Creativo
C- Ejecutivo

A- En el primer tipo de acercamiento, el educativo, se enmarcarían diversas propuestas que llevan implícitas el hecho de enseñar al espectador. Destacan las reseñadas por Beatriú Daniel, gestora cultural y colaboradora de la gestión de La Caldera, y Mar Ávila, perteneciente al departamento de danza de la Universidad Carlos III de Madrid. Beatriú mostró el trabajo que junto con el bailarín y coreógrafo Toni Jodar están desarrollando en diversos espacios, destinado a un público no profesional de la danza. Se trata de una serie de encuentros donde se ilustra con el cuerpo lo que se cuenta. En la figura de Toni, se explican movimientos de técnicas como la Graham o José Limón, se establece un coloquio con el público y se le incorpora consiguiendo que éste pueda convertirse en espectador más informado y crítico con lo que ve. En este mismo orden, Mar Ávila señaló la labor desarrollada en la universidad desde donde se intenta dar a los alumnos herramientas para enfrentarse a un espectáculo como espectadores.
B- Sobre el acercamiento creativo al espectador creo que es significativo el trabajo que ha realizado Olga de Soto en su montaje Historias. Para la elaboración de este proyecto, la creadora entrevistó a espectadores que asistieron al estreno, en 1946 en París, de la obra El joven y la muerte del coreógrafo Roland Petit. El espectador, en este caso, es parte imprescindible del proceso creativo e incluso la obra en sí misma.

C- Sobre el encuentro ejecutivo con el espectador, destacaría la intervención de Chevi Muraday, bailarín, coreógrafo y director de la compañía Losdedae, que contó cómo hace tres años, cuando llegaron como compañía residente a Alcalá de Henares, se encontraron con la inexistencia de un público para la danza. El creador y su compañía se lanzó a la calle, la invadió hasta fundirse casi con la arquitectura de la localidad, y consiguió el interés del espectador paseante. Después de muchas acciones invasoras, comentaba Muraday que el espectador se fue interesando poco a poco hasta acudir al teatro, y des esta manera incorporaron a Losdedae como parte escénica de Alcalá de Henares.
Por otro lado, una mezcla de los tres tipos de acercamiento al espectador, sobre todo del educativo y ejecutivo, la encontramos en el trabajo que Lía Rodrígues lleva realizando varios años en las favelas de Brasil.

3- El espectador digital
Podríamos considerar a este tipo de espectador, el digital, como espectador hiperactivo:
. En primer lugar, porque se convierte en espectador activo antes de convertirse en espectador de la obra en sí. Nos referimos al espectador que entra en redes digitales para buscar información previa del artista, la obra, teatro o festival sobre el que va a actuar como espectador.
. Es también hiperactivo porque además de espectador, el usuario de redes digitales tiene la posiblidad de desarrollar diversas acciones, al mismo tiempo, que potencian su actividad: interactúa, busca e incluso genera su información colgando en la red lo que quiera, y crea nuevos tejidos de comunicación. Se produce un tipo de comunicación en una web que puede ser sincrónica (en directo) y asincrónica (en tiempos distintos).
Es mucho lo que se ha tratado sobre las redes digitales. Incluso se apuntó que ya existen algunas compañías que exigen por contrato a sus bailarines la creación de un blog personal donde vaya gestionando su trabajo de cara al exterior. Las posibilidades de Internet siguen siendo infinitas, pero me gustaría destacar las presentaciones de tres proyectos, donde el usuario, que puede ser espectador digital potencial, es indispensable. Se trata de la web de danza integrada, coordinada por Jordi Cortés Y Xavier Duacastilla; Movimiento.org, de Natacha Melo y Marlon Barrios, también coordinador de Dance tech, y danza.es, portal del Ministerio de Cultura.
Las tres hablan de danza, las tres funcionan como herramientas para el usuario, y aunque las diferencia, las posibilidades de interactividad del usuario, e incluso la línea editorial de cada una de ellas, las tres quieren, de alguna manera, favorecer el desarrollo del espectador de danza, ofreciendo un tipo de aproximación a la danza.
Para terminar, acudamos al diccionario a buscar la definición exacta de espectador, y el de la RAE (la Real Academia Española) dice así:
Espectador: Que mira con atención un objeto. 2. adj. Que asiste a un espectáculo público.

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